El Cangrejo ha hecho de los recuerdos un himno a la civilización. No sólo sus propios recuerdos: le encanta la historia, oír los cuentos de los abuelos y se queda dormido pensando en lo maravillosa que era la vida cuando era niño, un adolescente sin responsabilidades, cuando era soltero o nada más ayer pero en todo caso no hoy.
Los Cáncer son tímidos, encerrados en su concha donde mastican sus aprensiones. Su regente es la Luna porque es mucho más fácil imaginarse al cangrejito asomándose al mundo a la madrugada, en la fantasmagórica luminiscencia azul, preguntándose por qué el mundo es cruel, hosco y él no le importa a nadie.
El Cáncer le produce pánico la posibilidad de quedarse pobre, solo, olvidado. Esa es su motivación: el Cáncer no es codicioso ni particularmente sociable, pero necesita seguridad. De la que no se consigue ni ganando diez mil euros a la semana: el Cáncer no necesita demostrar, lo hace porque sólo así puede sentirse seguro. Y si para eso tiene que tragarse su natural timidez y mostrarse agresivo y no soltar nada una vez que lo ha agarrado con sus pinzas, pues lo es. Pocos signos pueden ser más tercos cuando se trata de gritar “¡Yo lo vi primero!”
Ahora, ¿cuál fue el cangrejo original de la constelación de Cancer?
Uno de los doce trabajos de Heracles era matar a la serpiente de múltiples cabezas conocida como la Hidra de Lerna. Cuando Hera se enteró, envió un cangrejo gigante para ayudar a Hidra. Éste mordió el talón de Heracles, que logró aplastarlo con el otro pie. Hera, que despreciaba a Heracles por ser uno de los hijos ilegítimos de su esposo Zeus, fruto de sus múltiples infidelidades, inmortalizó al cangrejo transformándolo en la constelación de Cáncer.
Por ello, el tímido Cáncer consiguió su puesto como actor de reparto en una de las superproducciones más imponentes de la mitología griega como la batalla de Lerna: su acción duró pocos segundos y desde entonces todos los cangrejos han aprendido (a) a no meterse en peleas que no son suyas, aunque Dios los llame; (b) a que es mejor vivir siendo tímido que morir haciéndose el valiente; (c) que efectivamente este mundo es un lugar muy inseguro.
Cáncer tu mayor fortaleza; tu capacidad de bondad familiar, tu mayor debilidad desistir o retroceder y ser quizás sentimentales en exceso…

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